jueves, 18 de septiembre de 2008

EL DIARIO DE ELENA


Otro día más, allí estaba sentada frente a su diario. Sí, su confidente, aquel que nunca la defraudaba, el que la escuchaba sin hacer preguntas, al que podía contarle todo con sinceridad. Querido diario:


" Hoy escribo otras de tus páginas, para contarte mi vida, mis sueños, mi infelicidad , felicidad,en fin un poco de todo.


Sergio y yo nos conocimos en un momento tranquilo en nuestras vidas, los dos habiamos terminado relaciones, él con su última novia la cual murió en un desgraciado accidente de tráfico y aunque se quedo hundido con la noticia, pronto decidió que había que seguir adelante viviendo... Elena estuvo con un chico pero la cosa no salió bien. Sergio era un chico dificil de llevar, había que tener mucha psicología para estar con el, y Elena no sabía como tratarle a veces, tenía que traer consigo un manual de instrucciones, para saber como funcionaba él. Él se fijo en ella desde el principio, quería conocerla, sabía que con aquella chica podía llegar a algo más serio.


El tiempo pasaba y ellos seguían juntos, aunque no se llevaban bien, él era un chico muy contradictorio, el NO siempre estaba en sus labios, .


Sus infancias tampoco habían sido iguales; la de él una familia con muchos hermanos, teniendo que ayudar a sus padres que vivían en el campo, y había que ayudarles desde niño a coger aceitunas, ordeñar cabras, y esto era de sol a sol. No era vida para un niño, pero era lo que le toco en su vida. Él estudio algo, pero poco, siempre estuvo trabajando, que él recuerde.


Para ella fue distinto, tuvo una infancia feliz, normal, estudió, trabajo, se crió en una vida más fácil y "normal", eso no significaba que no fuese trabajadora y supiese valorar el esfuerzo que cuestan las cosas.


Decidieron unir sus vidas, a pesar de las tempestades que se desencadenaban cada dos por tres en su relación. No firmaron ningún papel, para que? es que el amor hay que firmarlo, pues para ellos NO, era algo que se sentía dentro y punto. Tuvieron dos hijos, pero la felicidad nunca acababa de llegar, él no tenía tiempo para ella, para escucharla, oír su felicidad, suplir sus carencias, estar ahí siempre. Siempre estaba trabajando y ese espacio del compañero, del amor. Elena se fue alejando de todo eso que la hería y la desprotegía, ella quería que funcionase, y se esforzaba, pero un barco nunca navega de una parte sola, y más cuando el mar esta bravío, puede hundirse.


La soledad invadía su corazón, ella estaba rodeada del cariño de sus hijos a los cuales quería con locura, pero había un rinconcito en su corazón que estaba desamparado, el del amor de pareja. Sergio seguía sin darse cuenta de que estaba perdiendo a su mujer, él continuaba con su trabajo, y cuando llegaba a casa estaba demasiado cansado para articular palabra, no había besos ni abrazos ni comprensión ni siquera una sonrisa esas que no cuestan nada hacen feliz al que la recibe. Y tú al darlas te siente bien.


Ella dejaba volar su imaginación soñaba que estaba bien, que su pareja estaba pendiente a ella, que la colmaba de atenciones, que la escuchaba, soñar, soñar, soñar pero HASTA CUANDO? sólo eran sueños la realidad era bien distinta y no lo podía aceptar.


Elena acudía a su trabajo puntual como todos los días, allí lograba desconectar de todo, era escuchada por sus compañeros, incluso unos de sus compañeros Jorge siempre era muy especial con ella, le abria la puerta para que entrara, la oía, la hacía reir. Y poco a poco, sin intención alguna, Jorge estaba entrando en ese rincón del corazón que tenía vacío. Ella no hizo nada para que sucediera, pero pasó nadie puede mandar en el destino, en la oportunidad ......




Elena volvío a sonreir, a arreglarse pues se estaba descuidando, sentía que el AMOR estaba llegando nuevamente y había que acogerlo, porque no? su amor era pobre, incapaz de darle felicidad. Jorge, Jorge te necesito ...... él conocia a sus hijos y los trataba con mucho cariño, le encantaban los niños. Sí Jorge leyera este diario, si él lo supiese todo ..... pero ella era incapaz de decirle nada, él era su compañero de trabajo, y no quería que perdiesen su amistad, no podía, así que lo gritaba a su diario, he encontrado AMOR, SINCERIDAD, FELICIDAD... pero no saldría a la luz, estaba en la oscuridad. Elena cerró el diario, que pasará en su vida....?

miércoles, 10 de septiembre de 2008

MIRADA CAUTIVADORA


LLegó a la estación apresuradamente, el tren salía a las doce y cuarto, y eran las doce y cinco. Su corazón latía deprisa, siempre las malditas prisas, este trabajo no le dejaba tiempo para nada, reuniones, viajes, citas.... siempre encadenado al maldito reloj. En la estación decían por los altavoces que el tren con destino Barcelona, saldría en unos minutos, que subiesen todos los pasajeros.

Se apresuró a subir, dando un tropezón con el escalón de subida, refunfuñando entró y fue a buscar su sitio el 113, justo cuando se acaba de sentar, le preguntaron si queria cafe, el dijo que si, el café humeaba, y su olor casí invadia el anden. Se dispuso a tranquilizarse y bebió el primer sorbo, cuando de pronto al mirar por la ventanilla se quedó eclipsado, perplejo, vió a la mujer más fascinante del mundo, era una mujer morena, de cabellos largos ondulados, ojos negros expresivos, de figura esbelta incluso con el abrigo, se podia definir su perfecta figura,. Su pelo ondeaba al viento, corría apresuradamente, ella viajaba en ese mismo tren, pero este se iba alejando del anden suavemente, hasta que su figura se perdió en la distancia. Ella perdío el tren, él se quedó cabizbajo, como si hubiese perdido el sentido, no podia reaccionar.

Era la mujer que tanto tiempo habia estado esperando, lo sentia su corazón decia era ELLA, nunca más la volveria a ver, no podía ser, ´no había tenido suerte en el amor, y el destino quiso que se cruzara con ella. Pero ambos habían perdido el tren él el del amor y ella su viaje. Quizás por eso dicen que el tren pasa una vez en la vida y hay que cogerlo.